
RELOCA MEMORIA DE LOS RECUERDOS.
"POETIZAS AL VIENTO"
Rupi Kaur
Talentosa y brillante. Rupi Kaur, la poeta y oradora responsable del impecable libro de poesía Milk & Honey, es la voz consciente que nuestra generación necesita desesperadamente. Al investigar las complicaciones de la vida más allá de la superficie, la prosa de Kapur confronta ideales sobre el amor, la felicidad y la pérdida. A través de su acercamiento único al idioma inglés, su trabajo ha resultado en una tormenta pacífica de fans que la adoran, ya con más de 300k seguidores en Instagram (no que los números sean un reflejo del talento). Uno de nuestros trabajos favoritos de la poeta tiene que ser el que presentamos a continuación. Como muchas de sus piezas, nos reconforta cuando cosas malas suceden.
IF YOU ARE BROKEN
AND THEY HAVE LEFT YOU
DO NOT QUESTIONS
WHETER YOU WERE ENOUGH
THE PROBLEM WAS YOU WERE SO ENOUGH
THEY WERE NOT ABLE TO CARRY IT.
Robert Montgomery
Combinando ingenio sarcástico y una urgencia por la calma en este mundo tan loco, el artista nacido en Escocia y con residencia actualmente en Londres, Robert Montgomery, usa cualquier espacio público -espectaculares, paisajes de ciudades, espacios de quema públicos -para recordarnos a todos de las cualidades menospreciadas de la vida a través de melancólicas esculturas de luz llenas de poesía. Ya sea a través de un capítulo conmovedor en Istanbul, o de un patada en el trasero en la costa inglesa, o una fogata estilo punk en los jardines del Louvre, Montgomery podría ser uno de los mejores rebeldes del 2016.
CADA COSA EN LA CIUDAD
ES PERFECTA,
LAS VOCES EN LAS CALLES SON
SAGRADAS;
LA MÚSICA Y LAS CALLES NO LES PERTENECEN A NADIE.
ELVIRA SASTRE
Nació en 1992 en Segovia. Gracias a la influencia de su padre, se aficionó a la lectura a temprana edad, y a los 12 años escribió su primer poema. Cuando tenía 15 comenzó su blog "Relocos y recuerdos", que a fecha de diciembre de 2017 mantiene activo. Poco tiempo después, ganó el premio de poesía "Emiliano Barral" con el relato corto Saudade.
He redondeado esquinas
para no encontrar monstruos a la vuelta
y me han atacado por la espalda.
He lamido mi cara cuando lloraba
para recordar el sabor del mar
y solo he sentido escozor en los ojos.
He esperado de brazos cruzados
para abrazarme.